Nunca he pedido ride o aventón como tantos mochileros lo hacen. Siempre ha sido sin la intención. Esa tarde en Cabo San Lucas volvió a suceder.
Al finalizar el viaje, uno de los chicos rescatados comenzó a preguntarme sobre fotografía y por qué viajaba sola. Son extrañas esas primeras preguntas de personas desconocidas. Ellos se bajaron en la marina y yo estaba pensando en bajar en el mismo lugar en el que me subí, pero el señor lanchero, después de haber platicado un rato, se ofreció a llevarme a la estación de autobuses. Acepté.
Al finalizar el viaje, uno de los chicos rescatados comenzó a preguntarme sobre fotografía y por qué viajaba sola. Son extrañas esas primeras preguntas de personas desconocidas. Ellos se bajaron en la marina y yo estaba pensando en bajar en el mismo lugar en el que me subí, pero el señor lanchero, después de haber platicado un rato, se ofreció a llevarme a la estación de autobuses. Acepté.