BLOG VIAJERO

Bienvenido a Blog Viajero 

'Blog Viajero' te ayudará a viajar y sobre todo, a disfrutarlo. En esta página encontrarás crónicas, anécdotas, consejos para viajar solo o sola, reflexiones, fotografías y un montón de historias. Enfocado principalmente en el turismo responsable con el medio ambiente y los animales. Con la intención siempre de compartir, ayudar, inspirar —ojalá— y seguir creando una red de empatía.  


¿Quién escribe Blog Viajero?

Soy Jadis, amante de los atardeceres y me gusta viajar cada vez que puedo. Nací y crecí en Ciudad de México. Estoy enamorada de mi ciudad enorme y llena de personas. En algún momento dejé el trabajo de oficina y comencé a viajar lento por mi país (sí, también he viajado en esos quince días que el trabajo me daba). Escribo un blog desde 2004 con la intención de compartir mi vida y la visión que tengo del mundo desde mi trinchera, esté en donde esté. 

He viajado pocos días y he viajado por meses; he viajado sola, con amigos, en familia y en pareja. Viajes mochileros o escapadas de fin de semana, pero mis favoritos son los viajes lentos, el famoso slow travel. Disfrutando de la creatividad y la comida vegetariana. Siempre buscando las mejores opciones para ahorrar dinero y divertirme al mismo tiempo. Me encanta la fotografía y lo combino con el amor por las letras. Mi lema es: Confío en las personas.  

En marzo del 2023 los médicos me han dado la noticia que debo usar bastón para caminar por la noche y estoy a poco tiempo de tener glaucoma. Tengo miopía alta y sólo veo bien de un ojo con ayuda de mi lente de contacto. Hasta ahora los pronósticos son reservados y mi vista no mejorará. Esta situación me ha llevado a disfrutar mucho más de mis sentidos y aunque a veces se olvide, también de disfrutar del ahora y de quienes están conmigo. Así que desde ese momento también estoy enfocada en viajes con movilidad reducida y compartir mi proceso. 




Curiosidades 

La primera impresión que tienen sobre mí es que soy una persona muy seria, en este punto de la vida ya no se si me dicen que soy seria por no decirme aburrida, pero es un comentario constante. No dejo de hablar, soy una máquina de hilar palabras incoherentes y tengo pensamientos dispersos. Olvido rápidamente lo que quería decir y de inmediato comienzo con un tema nuevo, a la mitad de éste recuerdo el anterior, lo retomo y olvido lo que decía. Así la mayor parte del tiempo. Si no hablo demasiado es porque tengo sueño, estoy rodeada de personas desconocidas, estoy observando, o simplemente me sobrepasa la persona que tengo frente a mí.

Me reconcilié con mis clichés. La ñoña que pisa hojas secas, que habla con los animales, la que ve películas cursis y llora, que mete toda la cara a los libros —porque no ve y porque le gusta olerlos—, que sueña despierta, colecciona libretas y plumones, pinta con acuarelas en días solitarios, toma más mate cocido que café, y que quisiera ir por la vida sin zapatos, porque la vida así es más bonita.

Mis obsesiones son bastantes, pero la más constante en los últimos años han sido los aviones, aun cuando sigo creyendo que moriré en uno, aun cuando he llorado en ellos. No importa. Todo lo que les rodea me atrae de forma inexplicable. Otra obsesión que sigo manteniendo y que así será hasta que muera, son los libros. Quiero ser un libro de pasta roja y dura. Lo sé, un cliché más, sobre todo si le agregamos París a la idea. 

Han pasado treinta y tantos años y me sigo aprendiendo, me releo en todo este tiempo y en muchos aspectos mi esencia sigue siendo la de una niña, no es que no quiera crecer, eso ya sucedió. Y soy infinitamente feliz de que pueda seguir llenando varias moleskine con mapas, dibujos, anotaciones y boletos, y sienta la misma emoción. Crecer o madurar no es sinónimo de dejar de disfrutar, de ser. 

Soy introspectiva, más de lo que me gustaría. Le hago muchas preguntas a la vida, pero también encuentro respuestas a preguntas que lancé al cielo hace años. Lección aprendida: Todo vuelve, de formas insospechadas, pero vuelve. 

Ah, lo olvidaba, siempre he amado estos viajes desordenados al interior, porque al final, ordenan mejor las piezas de lo que teníamos planeado. Crecer es aprender a ser. 

Advertencias para viajar conmigo

Hagamos una pausa y respiremos profundamente. Lidiar conmigo no es fácil y todo se potencia cuando estoy viajando. Así es, no es fácil viajar conmigo, lo reconozco, por eso he decidido redactarlo y hacer una enorme advertencia Post completo. 



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