La Cineteca Nacional, mi gran refugio. Tuve encuentros y reencuentros, reí, lloré y me sorprendí, a veces, todo al mismo tiempo. Me enamoré y ha sido testigo de más de una casualidad en mi vida. La combinación de cine, magia y arquitectura, lo ha convertido en uno de los sitios que más visito, a veces, una vez por semana.