Decidí

Decidí que los golpes no me vuelven a tumbar otra vez. Los golpes ahora serán un impulso para enfrentar mejor la vida, para hacerme responsable de lo que tengo, de lo que vivo, de lo que soy. Decidí que ellos no me vuelven a controlar, porque soy mas fuerte.

Mi vida no se detendrá otra vez. Sé que hay cosas necesarias, momentos difíciles. Sé que a veces no todo sale como queremos, puede salir mejor; pero también se que se aprende con cada uno de esos instantes en que la vida se voltea a tu favor o en contra. Que se disfruta llorando y riendo. Que hay días que la odio, y muchos más que la amo.

Decidí ser para mi. Ellos no me necesitan. Ellos pueden solos, porque se esfuerzan, porque se levantan si vuelven a caer.

Éstos 23 años han sido tan intensos. Agradezco a todos por contribuir en éste camino. Estoy aprendiendo. A veces no basta conmigo para mantenerme en pie, afortunadamente son cada vez menos, sin embargo, sigo necesitando de sus oraciones, sea cual sea su religión -aún cuando no tengan-, de su buena vibra, de los abrazos -próximos y a distancia-, de las palabras que son cada día mas poderosas... No suelo pedir ayuda, ésta vez, entre todas las decisiones, quise hacerlo.

Tengo la fuerza y la humildad para decir que mi vida sigue siendo maravillosa con todas las caidas, las lágrimas, los saltos, logros ... El amor sigue siendo mi motor.

Gracias 

♥

Escrito el 2 de julio del 2010.

mala persona

Hablé con alguien importante, mucho tiempo, como hace años no lo hacíamos, y me senti a gusto, aún cuando fue una sensación rara al principio. Hablamos del presente, del futuro y algo del pasado. Prácticamente han sido años en los que no tuvimos contacto, no pasaba de un simple saludo o de alguna reseña rápida de lo que hacíamos. Y ésta vez fue tan familiar todo, fue lindo, es de esas personas que se quedan en tu vida para siempre, de la forma que sea.

Después de eso, abrí hotmail, no lo frecuento mucho, es tedioso, pero apreté algo mal y mis mails viejos aparecieron en primer lugar. Me dio curiosidad por leer algunos y conforme iban pasando me iba sorprendiendo más. Tenía tanto amor por todos lados y yo no lo veía! Me sentí una mala persona, amigas y amigos me escribían, se preocupaban por mi, me felicitaban en navidad y año nuevo, me prestaban atención, me regalaban su tiempo, conforme pasaba las páginas eran cada vez menos y hasta tuve reproches por ahí, en especial uno donde me llamaban basura, me dijeron que me quejaba de mi padre y yo era exactamente igual, sentí horrible. No sé si sigo siendo esa misma egoísta, pero no quiero serlo más, yo solo estaba tan metida en mi, con tantos nudos en la cabeza. Rompí un corazón cuando me enamoré de otra persona, y esa otra persona me enseñó de alguna forma a vivir, con él me conocí mejor, disfrute y viví cosas que solo había visto en películas, me enamoré profundamente y no me importaba nadie más, no supe cerrar ciclos, no supe equilibrar, no supe agradecer. Y entonces, pagué por lo que alguna vez hice, me rompieron el corazón en mil pedacitos, la peor pesadilla se hizo realidad y me sentí sola. Ni siquiera tomaba en cuenta a los demás! Fui una mala persona y lo siento mucho.

Ésta vez tengo certezas, solo que me da mucho miedo decir adiós, me da mucho miedo hacer algo, tomar una decisión, aún cuando los demás ya las hayan tomado. No quiero romper mi corazón, ni el de otra persona. Quiero ver el panorama completo y saber que lo que hago es lo correcto, y quiero disfrutar sin depender, y quiero dejar de ser una mala persona.

A veces siento que mi vida es un caos, como una película u obra de teatro y a veces siento que es tan hermosa y me siento tan invencible y tan capaz... Hoy detuve el tiempo, lo regrese y me vi, no me es difícil aceptar mis errores, me es difícil saber cómo enmendarlos, aún sabiendo que la vida es cortita y que uno se preocupa por tonterías. Me gusta vivir felíz y conocer, pero sobre todo compartir. 

Siento mucho no haber estado cuando querías o no haber agradecido tus gestos, siento mucho haberme envuelto en egoísmo. Siento mucho que vivas mis errores, es que solo aprendo a conocerme y me sigo sorprendiendo.

El cine

Me gusta ir al cine, mucho. Me gusta esa sensación extraña al salir de la sala, aun imaginando el final de la película y pensando que estas involucrado de alguna manera en ella, es como salir flotando. Al menos eso me pasa cuando la película me encanta.

El jueves vi la película de antes de partir, con Jack Nicholson y Morgan Freeman, de hecho, ya me había tardado en ir a verla. A pesar de que el amigui estaba dando vueltas y vueltas en su asiento por no acomodarse, y de que los vecinos de butaca hablaban como en el mercado, la disfruté. Es casi imposible no proyectarme en las películas, recordar momentos agradables y no muy agradables con cada escena. Lloré, dos o tres veces. Y salí imaginando y pensando en mi lista, ni siquiera había terminado cuando le hablé a él, en el cine sonaba la canción de Drexler, "al otro lado del río  y yo tarareaba y hablaba y lo amaba y le mandaba toda la confianza que tenía en ese momento. Erick me hacía burla de mis ñoñerias al hablar, pero no me importaba jajaja. Cuando colgamos sonó esa canción poderosa "bad day", ¿esa canción aquí  pensé, a penas y unos la conocen! jajaja, pero me encanta sentir eso, que todo se conecta contigo, ver que todos hablan, caminan, gritan y tu ahí parada, en medio de todo y disfrutando ese momento, como si nadie existiera.

Al regresar a casa estaba pensando justo en lo que estoy escribiendo, porque me sentía en otra realidad jajajaja, como me dijo un amigo, cuando terminas de ver una película ya no eres el mismo.

A veces hasta me dan ganas de regresar a trabajar al cine...pero no.

El viernes vi la de P.D Te amo. No he leído el libro, al menos no completo, solo el primer capítulo. Me fascinó la película, de hecho quiero verla otra vez y otra vez, a pesar de que prácticamente no dejé de llorar y de nuevo me proyecté muchísimo, solo algunas personas que me conocen realmente o tal vez ni ellos sepan porqué. Hubo escenas que simplemente no me esperaba, frases completas y momentos que he vivido. Quiero verla otra vez!...[Y ustedes tienen que verla, aquí en DF a penas se estrenó el viernes, así que búsquenla en su cine más cercano :P]

Soy ñoña ñoña de lo peor y me encantan las cursilerias, mi hermano me dijo "ash, esta es como la que te gustan, son de tu tipo". Y es que fuimos los tres a verla, mi gran familia jeje :D! A veces siento que somos como hermanos en lugar de mamá, hijo, hija jajajaja, me gusta que nos llevemos bien, que tengamos la confianza de platicar de todo y de que peleemos como hermanos xDD.

Cuando en la pantalla apareció "The End" yo tenía los ojos húmedos, esperamos sentados hasta que nos corrieron y salí con una satisfacción total. Imaginando y con ganas de gritarle que lo amo y que quiero caminar junto a el de la mano por la playa, con ganas de decirle que he comprado un pedazo de la luna para que vivamos ahí  Salí con ganas de todo! Y es que, vuelvo a repetirlo, cuando terminas de ver una película ya no eres el mismo. Yo me quedo con los ojos en la pantalla por algunos días, me quedo un poco cegada jeje y me invento mi mejor realidad y la vivo.

Me gusta el cine, y por cine no me refiero a las películas sino por el lugar, porque siempre tiene algo de magia [aunque cuando trabajaba ahí no la sentía tanto jajajaja]. Mil millones de veces prefiero el cine que otro lugar para ver las películas...hace más fácil mi transportación de sueño/realidad/sueño, realidad/sueño/realidad jajajaja.

Y bueno, ¿vamos al cine?

Quiero un novio...

Mi listita es la siguiente.

Quiero un novio sin futuro y con el pasado allá, en el pasado. Quiero un novio seguro, que esté orgulloso de él, que no le de pena hablar de lo que ha hecho, sin pelos en la lengua como dicen, sincerote sincerote. Quiero un novio que me escuche, porque yo hablo mucho, de todo y de nada. Que sea sano y que no le de miedo empaparse bajo la lluvia, ni recostarse en el pasto, ni reírse a carcajadas, ni saltar, porque yo hago mucho eso, y no quiero que piense que soy una “niña”, sino que disfrute conmigo todo. Quiero un novio que sea posero (que pose para mi cámara y sea paciente) que no se le haga raro que le tome fotos a una piedra jaja. Quiero un novio que limpie mis lágrimas y me abrace al dormir. Que me vea bella por la mañana cuando despertamos, y que no le importe cómo me vista. Quiero un novio que no se de cuenta que me pinté la boca para él, porque así después le reclamaría y me reiría y se reiría mucho. 

Quiero un novio que me deje libre todo el tiempo, que sepa que hay días en los que no quiero hacer el amor y que hay días en los que no quiero salir de la recamara. Quiero un novio dispuesto a aprender, que haga tonterías y aprenda. Que se respete, se sea fiel y se ame. Quiero un novio cursi, que me sorprenda con mensajitos en lugares insospechados, que esté loco de amor y pasión. Quiero un novio que me vea como su novia, como mujer, como amiga, todo al mismo tiempo. Quiero un novio con el valor suficiente para decirme “me gusta esa chica/mujer”. Quiero un novio con hambre de Vida, no con antojitos miserables y fáciles.  Quiero un novio que vea que todo es posible, que sueñe. Quiero un novio que crea en él. Quiero un novio amable, pero no coqueto. Quiero un novio que juegue conmigo en la pc y se divierta viendo como grito y como me rio de “matar gentecita”. Quiero un novio que vea las fotos de mi ombligo y se sienta orgulloso, porque él tiene ese ombligo y a mi me gusta presumirlo. 

Quiero un novio que crea en nosotros. Quiero un novio que sea auténtico, que cante, baile y se divierta sin pensar en los demás. Quiero un novio que entienda que escuchar una canción triste o alegre depende de mi estado de ánimo, y que los estados de ánimo cambian. Quiero un novio que me vea rarísimo cuando hago un chiste y que deje que le bese la panza. Quiero un novio vivo, feliz y  completo. Una persona así no tiene que estar demostrando lo que es, porque sólo es y eso basta. Hay personas que respiran y están muertas. Quiero un novio que salga conmigo a caminar, de día y de noche. Quiero un novio que me hipnotice,  que sepa que pensar y sentir no es signo de inseguridad. Quiero un novio que le guste verme escribir y que le encante leerme en el parque o en la cama.

Quiero un novio así, tan sensible y apasionado como yo. No importa lo que pida, yo puedo dar todo.

No es una lista de “guapo, rubio y que me quiera”, bah! es algo más personal y le faltan muchas cosas que sólo el tiempo me dirá. Porque yo también he aprendido, si bien, me rompieron el corazón en mil pedacitos, lo estoy volviendo a armar de momentos, gotas y arcoiris que se ven después de la tormenta. Porque a parte soy bien fuerte, bella e inteligente, [si, yo me estoy echando porras] y me aviento una y otra vez sin paracaídas,  si a los demás les da miedo no me importa, a mi no, de eso se trata ¿no? Soy una mujercita de metro y medio bien valiente.

Un 2 de octubre del 2007 yo quería ésto. Lo re-publiqué de mi antiguo blog porque se que a muchas personas les gustó.

Spencer Tunick en el zócalo... ¡Lo hice!

A las 3:00 a.m sonó el despertador, "15 minutos más" —pensé—, pero ya no pude dormir. Escuchaba patrullas, había mucho movimiento en la calle. 3:50 a.m y estábamos listos, dudaba en llevar mi cámara, no tenía ni idea en cómo se organizarían, y ¿qué tal si me la roban?, así que con todas mis ganas, la dejé en la cama.

Salimos tomados de la mano, dos policías ya estaban afuera del hotel, "tienen que dar vuelta más allá, aquí no hay paso". Caminamos dos calles más, nos encontramos a varias personas, una decena tal vez. Llegamos a la calle 20 de noviembre, parecía de día porque habían muchísimos automóviles, taxis que iban y venían; dos chicos descalzos frente a nosotros; una pareja de señores en pijama, todos se veían ansiosos, nerviosos.

La calle 16 de Septiembre, totalmente llena. Cientos de personas, tres o cuatro filas que no sabíamos a dónde iban, nos formamos 10 minutos más o menos, avanzaba. Vuelta en calle Madero y desaparece la fila, hay una multitud de personas queriendo entrar, "Hagan una fila" decía una chica por el altavoz, no nos podíamos ni mover, avanzamos una calle, la entrada estaba a unos pasos. Contra la pared, "No empujen, fórmense" decía una chica pensando que su fila era la única, con empujones entramos. El staff a penas y revisaba tu forma (la hoja de registro), verificaban la firma y gritaban "caminen rápido".

Cuando entramos a la plancha del zócalo no sé cuantas personas ya estaban esperando, unos cientos, miles tal vez. Las 5:08 a.m, sentados frente al Hotel Majestic. Aquí, aquí. —le dije a Carlos— Estamos justo en medio, frente al balcón.