4.1.24

Veinte años de blogging

Debo admitir que me siento bastante grande escribiendo esto, porque recuerdo perfectamente cómo descubrí los blogs en mi adolescencia, pero todo comenzó mucho antes, así que les contaré una historia. Siéntense alrededor de la fogata o de su celular y disfruten de éstas anécdotas de abuelita que comienzan en el año 1997.


1997

En ese año yo ya era un usuario activo en internet, pero a penas era una niña que tenía Encarta, hacía sus tareas en la computadora de su tío y buscaba información en Lycos, aunque no encontraba mucho contenido en español y aún tenía que recurrir a las monografías de papelería. Pasaron dos años y en plena pubertad entraba a salas de chat en LatinChat, usaba Yahoo y tardaba horas para que las imágenes cargaran con el internet por módem que usaba la línea telefónica de mi casa. Incluso conecté un módem externo que encontré en los escombros de unas computadoras viejas. Ese sonido que ahora parece de la prehistoria y que hacía enojar tanto a mis papás era mi momento feliz, qué nostalgia. La función de los "cibercafés" fue primordial, porque tenían computadoras más rápidas y obviamente la velocidad de internet era mucho mejor. ¿Recuerdan los disquetes? Eran un tesoro porque ahí guardaba toda la información necesaria -y no tanto- para mis tareas de la escuela.


2000

En el año 2000 conocí la comunidad de America Online gracias a que regalaban una y otra vez discos para registrarse y así se convirtió en mi proveedor de internet. Tenía mi propio mail y entraba a la misma hora a las salas de chat. Así conocí a más personas a través de las letras, sólo por pláticas que después pasaban la barrera de la pantalla y se hicieron físicas. Ahora me parece que seguía siendo una niña, pero en ese tiempo yo me sentia muy adulta. Pasaron unos años de esta forma y con otros proveedores de internet, como las tarjetas todito o telmex, incluso cambié de computadora y ya tenía una webcam de 2 megapixeles.

Al año siguiente yo ya tenía mi página de geocities y no entendía nada, pero seguía averiguando ese mundo fascinante. Me encantaba el sitio porque sentía que tenía mi propia página, con el nombre que elegí y podía compartirla con las personas con quienes hablaba en las salas de chat. Lamentablemente no tenía mucho espacio y tardaba muchísimo en cargar la página. 


2003

Aproximadamente en 2003 encontré livejournal y me cambió todo, no entendía muy bien cómo funcionaba, pero comencé a escribir mi diario y me encantaba que tuviera estados de ánimo predeterminados para cada escrito. Lo único que me decepcionaba es que no encontraba personas de mi edad y en mi idioma. Eso provocó que lo fuera olvidando. Aunque había visto la página blogger o wordpress no me registraba porque pensaba que sería lo mismo. Todas eran páginas en inglés y no entendía cómo podrían llegar a leerme personas desconocidas sin que yo les compartiera el link, porque para mí la interacción era sólo en salas de chat o foros y claramente las palabras "SEO", "posicionamiento", "SEM", "blog" no estaban en mi vocabulario.

Iba de página en página tratando de encontrar dónde escribir y que principalmente todo fuera en español, así fue como encontré "DiariosGratis.com". Ahora pueden darse cuenta con facilidad qué palabras clave escribí para encontrar ese sitio jaja. Y ahí comenzó todo. Era el paraíso para una adolescente introvertida y bastante profunda. En esta página no podías elegir un nombre como link, te arrojaba números solamente, algo como: DiarioGratis.com/1129 y yo era feliz, podías elegir una plantilla y lanzar en un click tus ideas al mundo. Claramente yo inicié publicando letras de canciones, porque no encontraba las letras de las canciones que me gustaban, muchas páginas eran sólo para partituras o estaban incompletas. Después publicaba poemas y de pronto también escribía sobre mí. Recibía comentarios de otros usuarios de diariogratis, pero también de otras personas que no pertenecían a la página y sólo dejaban un nickname. La mayoría de personas me encontraban buscando esas letras de canciones y me enviaban mensajes dándome las gracias, así que eso me motivaba mucho porque sabía que era útil esa info para alguien más. Pero la felicidad duró muy poco, porque un día la página cambió y desapareció, llevándose todo mi trabajo, escritos personales y comentarios. Ante esto y con la llegada de google, me registré finalmente en blogger a finales de ese año 2004.


2004

En ese momento elegí el nickname que hasta ahora uso, más por cariño y nostalgia, porque acepto que varias veces me ha dado vergüenza explicar todo lo que hay detrás de un nombre falso elegido por una adolescente de 18 años recién cumplidos.

Mi primer blog en blogger fue todo un éxito, así lo considero porque aún veinte años después muchas personas me siguen gracias a que me leían en ese tiempo. En ese blog escribía para mí, lo usaba como desahogo, como un verdadero diario personal, escribía sobre mi familia, sobre lo que yo sentía, la escuela, mis amigos y el amor. Los lectores empatizaban conmigo por eso, no habían grandes fotos, sólo pensamientos sueltos. La mayoría eran personas más grandes que yo por seis o diez años y eran programadores o estudiantes. Es gracioso que ahora puedo ver la segmentación de mis seguidores tan claramente, pero en ese momento eso no importaba, porque sólo quería compartir.


2005

Un año después llegó lo impensable: mi mamá aprendió a encender la computadora, descubrió google y en su primer día de trabajo encontró mi blog, ¿Pueden creer lo pequeño que era todo? Lo encontró gracias a palabras clave tan simples como una fecha de nacimiento. Yo había escrito una carta a mi papá para su cumpleaños (cumplía la edad que ahora tengo) y la publiqué con la frase final: Un frasco más he sacado, no se cuantos más falten, pero esta botellita la he echado al mar, una menos ñ_ñ. Mi mamá lloró, imprimió la página de mi blog y se la dio a mi papá. Ella me lo contó semanas después. No saben la cara de vergüenza que tenía: mi mamá había leído mi diario. En ese momento entendí que no podía ser tan anónima, entendí el poder de internet y cómo conectar no era sólo una palabra más en la web. Era real, estaba conectando con personas desconocidas y sin querer, también con mi propia familia.

Entenderán que a esa edad lo único que queria hacer era esconderme y no ser leída por nadie conocido, porque tenía vergüenza. Es gracioso que ahora las personas quieren posicionarse en los buscadores, que los lean y los vean, quieren seguidores a toda costa, van de una red social a otra, se deprimen si no tienen los números de seguidores que tienen otros, es una verdadera locura. Volviendo al 2005. Mi solución en ese momento fue crear otro blog en otra página web, con otro nickname completamente diferente, pero sin dejar de publicar en blogger, sólo que me autocensuraba porque sabía que lo que escribía tenía consecuencias.  Ahora sé que eso no era tan fatal, pero esa decisión me costó que varias personas me perdieran la pista. Recibía mensajes preguntando cómo estaba, por qué ya no publicaba, si me había pasado algo y yo no lo comprendía y me preguntaba constantemente: ¿por qué se interesan en alguien que no conocen y que tiene una vida tan ordinaria? 

Así fue como conocí RedLatina y su comunidad tan hispana. En ese blog no se permitían comentarios si no estabas registrado y eso lo hizo muy divertido, pero bastante segmentado. Eran varias personas de Veracruz y del norte del país, pero totalmente en español. Todos escribíamos sobre nuestras vidas, era muy dinámico porque era una fusión entre un blog y un chat, parecía como ir a la escuela. La parte que no me gustaba era la del diseño, no podía modificar el HTML y hacerlo personalizado como en Blogger, pero esto no impidió que siguiera escribiendo con soltura. Hasta que de nuevo mi blog se salió de control y mi vida era una novela para todos. Comencé a publicar algunas fotos de mi cámara web, personas se registraban en la página porque encontraban artículos que yo publicaba y me comentaban muchísimo, incluso se hacían debates en cada post. En ese mismo año, en pleno auge de la blogosfera, hubo un concurso de blogs y participé porque me registraron, se llamaba "Miss Bloguita". Los premios eran links en diferentes blogs, un hosting gratuito, entre otras cosas. Las personas tenían que escribir un post haciendo público su voto, así reuní muchísimos votos, algunas personas que me leían de forma anónima crearon su blog sólo para apoyarme. Quedé en segundo lugar de popularidad. Era totalmente un juego entre blogueros y yo me sentía muy bien perteneciendo a ese grupo, sobre todo porque el nombre de mi blog era desconocido para mis amigos y así mi familia no podría encontrarme.


2006

En 2006 me regalaron una cámara de fotos Sony de 6 megapixeles porque yo no paraba de tomar fotos con una cámara de rollo y con una Sony cybershot de 2 MP. Así fue que a la par de mi blog en RedLatina comencé a publicar mis fotos en Flickr y decidí de una vez hacer privado mi blog en Blogger. La constante era desaparecer de los buscadores cuando comenzaba a ser más leída. Hasta ahora me doy cuenta de que no soportaba a los famosos trolls de internet, porque a quién le va a gustar recibir comentarios feos sobre lo que escribe. Pasaron dos años y el mundo de los blogs estaba cambiando porque se estaba popularizando Facebook, Hi5, MySpace, Fotolog y más redes sociales. No puedo encontrar otra frase más precisa a lo que me pasó, pero me abrumé y me asusté mucho por la cantidad de personas que comenzaron a leerme y a verme en Flickr, de distintas edades y países. Aún hoy conservo comentarios de Chiara Ferragni o de Carlos E. Lang. Esto sucedió porque éramos muy pocos quienes compartíamos en los blogs o en Flickr, era un grupo reducido pero diverso. 


2010

Pasaron varios años y no volví a publicar en RedLatina. Abrí un blog más en Blogger, otra vez con un nickname distinto, otra vez sin mostrar fotos. Y  otra vez me cansé y me asusté y lo cerré. Al final abrí un nuevo blog, ésta vez sin esconderme más, pero siendo más cauta al escribir, aún manteniendo esta complicidad que tengo con las letras y también mostrándome vulnerable. La diferencia es que dejó de darme vergüenza. Ese último blog que abrí en 2010 es desde donde me leen ahora mismo, sin darme cuenta se fue convirtiendo en un sitio donde escribía sobre mis salidas a museos, reflexiones y ensayos sobre la vida, mis primeros viajes y proyectos de foto, mostraba mis outfits y hasta aparecí en las revistas Marie Claire online y en Time Out por mi forma de vestir. Hice mi primera colaboración con The Body Shop, sin saber que eso era una colaboración comercial, sin saber que mi pequeño blog tenía nuevamente un buen alcance y hasta fui a pasarelas de moda como Nook. Aprendí a la mala, porque durante este tiempo nadie experto en marketing digital estuvo conmigo, simplemente lo hacía porque me gustaba sentarme todas las noches a escribir y darle click al botón de publicar.

No supe realmente en qué momento dejé de escribir con más frecuencia, pero me parece que fue una combinación de varias cosas: me interesaba más la fotografía, en instagram era más sencillo publicar y pensé que mi vida diaria ya no le interesaba más a las personas. (Estaba equivocada). Creo que eso nos pasó a muchos, poco a poco nos alejamos de los blogs al ver el boom de Youtube y de otras redes sociales, sobre todo cuando monetizar contenido era más importante para las personas. Con ésto no quiero decir que eso esté mal, simplemente los intereses cambiaron, nos vendimos la idea que no teníamos tiempo y básicamente: crecimos.


2015 Y MÁS

Después de 2015 escribí algunos post sobre viajes e incluso aparecí en diarios de Argentina como Clarín y La Nación, ya que un artículo se tomó como referencia para publicitar a Tinder, curioso, ¿no? También fui invitada al aniversario de la agencia de viajes Mundo Joven, mis fotos se compartían y de pronto ya no recibía comentarios aquí, sólo en instagram. Quienes me seguían en todas las redes sociales me preguntaban si haría un canal en Youtube y yo siempre respondía que eso no era lo mío, pero la verdad es que no tenía una buena cámara de video y me daba pánico aparecer en pantalla. Siempre había una vocecita que me decía que mis pensamientos o lo que yo quisiera compartir no era tan importante porque ya había demasiado contenido.

Este 2024 se cumplen veinte años de esta aventura y decir veinte años ya suena a bastante, la vida no es como la imaginaba y tampoco sabía que me iba a encontrar otra vez escribiendo un nuevo post a medianoche como lo hacía hace años. Dicen que las modas vuelven cada dos décadas y parece que lo abrumada que me sentía antes ahora es un sentimiento colectivo. Creo que queremos volver al inicio, a lo simple. Queremos volver a conectar con personas y no con marcas, queremos lanzar lo que pensamos y encontrar a alguien del otro lado del mundo con la misma pasión y empatia, queremos volver a lanzar botellitas al mar, queremos sentirnos cercanos otra vez: hacer comunidad. No lo sé, pero es una sensación esperanzadora y quién sabe, tal vez este post llegue a las personas correctas y sigamos escribiendo por más tiempo. Gracias por llegar hasta acá. 💖✨


IG: jadista


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