2.8.22

El documental 'The art of life' sobre Michael Behrens.

 


Cuando terminé de ver por primera vez este pequeño documental, pensé que no me había dicho nada nuevo, no había aparecido el hilo negro, sin embargo me hizo recordar cosas y situaciones que había olvidado, y al menos por un momento me reconecté con una parte de mí. De inmediato pensé en las personas que no han sido muy profundas en la vida y miran a personas como él como grandes sabios. De pronto me encontré con un diálogo en mi mente que decidí escribir en mi libreta, sin ningún tipo de edición o pausa, directamente de la mente a la tinta y papel. Cuando lo releí me di cuenta que si lo compartía podría confundirse con resentimiento, que faltaba mucho más por explicar, pero decidí no hacerlo. 

Lo escribí simplemente con el propósito de hacerles ver que lo que sucede en el video es una realidad de millones, es una opción de millones, que no necesitamos experimentar exactamente las mismas cosas o querer recrearlas para llegar a las conclusiones que él llegó, porque podemos hacerlo desde nuestra realidad. He comparado a los mexicanos de distintas épocas, porque es lo que más conozco, y es en la cultura que he vivido. Porque suelen preguntarnos por qué estamos en la lista de los países más felices del mundo si tenemos tanta corrupción y violencia. No puedo comparar a cada mexicano, porque sería ilógico e imposible, pero hago un pequeño análisis muy general basado en el video. También encontrarás anotaciones al aire que resonaron en mi mente, claro es que sin la intención de menospreciar lo que él ha aprendido y vivido. Al contrario, me parece valioso que haya podido compartir su camino. 

Michael Behrens vive y disfruta su entorno y es feliz con lo que tiene, pero si te das cuenta, no se aleja mucho de la mayoría de los mexicanos, ya que disfrutan y son felices con lo que tienen. ¿La diferencia? Él tuvo el gran privilegio de estudiar y ver el mundo desde esa perspectiva, de vivir durante todos estos años de lo que escribe, de poder comprar y hacer una casa en Hawái, incluso de hacerla de bambú y de equivocarse, a veces cometer errores y poder volver a comenzar también es un privilegio. 

Él puede hablar de libertad desde su casa en la isla, sin preocuparse por qué comer. Y así es como encuentra conectándose con la naturaleza y con la espiritualidad. La mayoría de mexicanos no terminan el bachillerato, no tienen casa propia y muchos ni siquiera conocen el mar, sin embargo están conectados con su familia y con su entorno, pueden divertirse en un día de granizo, o incluso pueden meditar o reflexionar en un vagón del metro o en el autobús. ¿Cómo son felices con tan poco? ¿Cómo son felices sin conocer el mar, el bosque, la selva? Es fácil, la mayoría de mexicanos viven "al día", obligados a disfrutar y agradecer por lo mínimo que tienen. ¿Es lo ideal? Claramente no lo es, pero hacen su mejor esfuerzo para sobrevivir y aún así muchos de ellos deciden ser buenas personas con otros y compartir lo que tienen. 

Tal vez su momento más feliz no fue nadar con delfines cientos de veces, sino ver a su familia unida un día cualquiera y así como con los delfines, hay un guía en forma de abuela, padre, madre, hermana y todos los siguen, porque así son las "reglas", porque unidos se defienden del mundo, porque les gusta reir y divertirse juntos, en familia. Tal vez muchos no entiendan las matemáticas complejas, pero han aprendido a diferenciar las plantas buenas de las que producen algo malo para el cuerpo, han aprendido a sanar con hierbas y a comer lo que siembran, maravillados por lo que puede hacer la tierra para ellos, aunque no puedan explicarlo.

Nota. Lamentó no ir a la fiesta de los delfines hasta que las personas le dijeron que habían miles en la costa y que se veía muy lindo, si esto no lo hubiera sabido Michael, no se hubiera arrepentido. Podemos distinguir que siente lo que ahora se llama FOMO ("fear of missing out") aun viviendo en una isla y aun hablando de desapego, libertad y hasta física cuántica. Curiosa la mente humana. 

Michael habla sobre bondad y estoy de acuerdo, puedes estar en cualquier lugar del mundo, en realidades sociales diferentes y aún así quien es bondadoso, siempre lo será. ¿Necesitamos vivir solos cómodamente en una playa para experimentar felicidad, bondad, para ser espirituales y ver con profundidad la vida? No. Es simple, podemos llegar a ese nivel de conocimiento incluso sin estar consciente de tenerlo. Me queda claro que necesitamos de la congruencia entre lo que pensamos y hacemos, aprender a estar en silencio, aprender a comunicar y agradecer por lo que tenemos, pero esas son sólo unas sugerencias y podemos hacerlo incluso en los peores momentos. 

Nota. En un momento, Michael hace estas preguntas refiriéndose a su casa y el entorno que ha mantenido: "¿Qué le va a pasar después de mi a esto? Regresa a la jungla, porque ¿Quién haría este tipo de trabajo?" Me parece que lanzar esas preguntas es de total egoísmo, porque asume que es la única persona que sabría cuidar y valorar la naturaleza. Y ha estado hablando de todo lo contrario, de conectar, de consciencia, de intimar con el mundo y las personas, de filosofar sobre la realidad y de ver belleza en cada cosa que se presenta. Tal vez no ha aprendido la lección que le dejó esa persona budista antes de morir, cuando le hizo notar que está apegado a su tierra. Y no lo culpo, el desapego es de las cosas más difíciles que hay, sobre todo cuando tus raíces son tan fuertes. 

Así como Michael experimentó el dolor más fuerte, necesitamos aprender a sentir el dolor y seguir, pero para eso no necesitamos ser atacados por animales mientras nadamos en el mar. El dolor se experimenta, a veces, cuando menos lo esperamos, puede ser en un martes lluvioso, en un sábado de campamento, en cualquier día. Por eso es importante asumir nuestros errores, porque le damos paso al conocimiento y así nos regalamos una nueva dirección. Nos guste o no, la libertad requiere de responsabilidad para elegir, es parte del equilibrio. Los grandes filósofos llegan a esa conclusión de diferentes formas. Y podríamos debatir años sobre los conceptos de cada uno. Si te das cuenta, Michael habla sobre salir de la mente, pero lo que más ha hecho estando en ese lugar, es filosofar sobre la existencia humana, la realidad, la profundidad, el sentir. Precisamente una de las frases que me gustaron más fue que "no puedes ver belleza si no puedes intimar con ella". Porque intimar es de lo más profundo, es mantener una relación de confianza y amor con algo o alguien. Y para eso no importa la latitud o la condición social. Me atrevo a decir que los mexicanos conocemos eso de sobra, porque así como explica Michael que en Hawái se abrazan al conocer a alguien, aquí lo hacemos igual, somos cálidos. 

Podría analizar cada parte del video y cada frase o término, pero me parece que lo que he escrito hasta ahora es suficiente. El mensaje es el mismo, insisto, hay millones de formas de llegar a esa conclusión. Al final, lo más importante es que, el arte de la vida es disfrutar el proceso. 








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