¿Escucharon sobre éste espectáculo que hubo en la Ciudad de México? Fue un espectáculo multimedia, de luz y sonido que proyectaba imágenes sobre Palacio Nacional, la Catedral Metropolitana y los edificios de Gobierno del D.F. Sobre la plancha del zócalo había escenarios para los músicos y bailarines. Hubo pirotecnia, fuego, música, danza y muchas imágenes. Se narraban los acontecimientos importantes del país desde el México Prehispánico hasta el contemporáneo. En realidad me gustó mucho, tanto la forma en la que cuentan la historia como el show que se hizo a partir de ésto.
No suelo hablar de política, porque simplemente no me gusta. Ésto lo menciono porque me he dado cuenta que está de moda hacer menos éste tipo de espectáculos que se realizan en la ciudad, con los argumentos de siempre, como que hace falta utilizar ese dinero en cosas más útiles, y se alega una y otra vez lo mismo, obteniendo como resultado: nada.
Mis acciones son más valiosas que mis quejas al aire, aunque eso no me excluye de mis arranques quejumbrosos, pero no lo hago cada dos minutos sin hacer algo al respecto.
Fui a ver el espectáculo dos veces y me divertí mucho. La primera vez fui con Nef y el espectáculo tenía pocos días de haberse inaugurado. Estuvimos frente a la Catedral, muy cerca de 20 de noviembre. Habían muchísimas personas, de hecho para entrar al cuadro principal del centro tuvimos que rodear por algunas calles detrás y así poder "entrar". A nuestro lado derecho había un grupo de señoras de entre 50 y 70 años; hablaban de sus viajes por el mundo y de los bellos lugares que han visitado. De nuestro lado izquierdo una pequeña familia que observaba y esperaba en silencio. Frente a nosotros un señor de alrededor de 40 años de edad, también esperaba paciente, pero cuando comenzó el show tomó un banco y se subió a él sin importarle que tapara la vista a los demás. El grupo de señoras le pidieron de favor que se bajara, pero hizo caso omiso. Todos estábamos sorprendidos de la actitud del señor, porque no necesitaba un banco para ver todo, o al menos lo que él estaba viendo: las pantallas enormes ¡Plop!
La segunda vez fui con mi familia, en el mismo lugar frente a la Catedral. Ésta vez a nuestro lado habían familias sentadas en el piso esperando para ver el espectáculo. Cuando comenzó todo el show, las personas comenzaron a gritar, algo sucedió que el ambiente era distinto a la primera vez que fui. Me molesté al principio con unas niñas que estaban a lado mio, porque se recargaban sobre mi y me empujaban, pero mientras pasaba el tiempo me daba cuenta de que esas niñas estaban emocionadas de sobremanera, era increíble escuchar todo lo que decían y la forma en la que se referían a las cosas. No, ésa vez no habían personas mayores hablando de sus viajes por el mundo, sino un grupo de niñas de entre 10 y 13 años alucinadas con todo lo que veían, sin importarles que molestaban a los demás con sus manotazos señalando cada edificio, ellas estaban viendo lo que tanto habían esperado ahí sentadas.
Con dos situaciones así, que me parecieron un verdadero contraste, creo que no es malo que se realicen éstos eventos, porque algo grande comienza de forma individual, así que hay que hacernos cargo de nosotros mismos y de nuestro entorno.
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